miércoles, 20 de abril de 2011

Capítulo 7 :)


Seguimos andando por  un pasillo y llegamos a una puerta con dos policías y una señora que parecía ser una encargada del cine. Alex les enseño unas tarjetas y nos dejaron pasar.
De pronto nos encontrábamos en una sala enorme de cine.
Alex me cogió la mano y puso sobre ella la tarjeta que anteriormente había enseñado a la encargada del cine.

-          Tenemos entradas para ver la película a tres metros sobre el cielo y después de verla podremos pasar a conocer a los protagonistas. Que, ¿te gusta?

Yo lo único que pude hacer fue abalanzarme sobre él y llenarle a besos. Él perdió el equilibrio y acabamos en el suelo. Él encima de mí, como aquella vez.

-          Gracias, gracias, gracias…. ¿Cómo lo has conseguido?
-          Supongo que…tengo mis contactos.
-          Muchísimas gracias, de verdad

Y surgió. Nos miramos con esa mirada que tantas veces expresa lo que queremos y acercó su boca a la mía, nos besamos.

-          Bueno mejor nos levantamos y nos sentamos, ¿no? – dijo él-
-          Si, no vaya a ser que empiece a entrar la gente y nos vea aquí en el suelo.
-          Claroooo, y que te confundan con un caracol, de lo fea que eres y te pisen.
-          ÉSTUPIDOO!- le dije riéndome a carcajada limpia.
-          Pero si te he hecho reír. – Me dijo con una expresión de ternura que jamás había visto en él.

Ahora que me acordaba, no me había hecho ninguna pregunta sobre lo de antes. Lo cual me gusta, porque odio tener que contar las cosas cuando estoy llorando. ¿Debo contárselo? Sí, pero no ahora. No es el momento.

Nos levantamos y nos sentamos en nuestros respectivos asientos. Alex había comprado dos kínder bueno. Me encantan estas chocolatinas, junto con los Bounty, son mis preferidas.

-          ¿Quieres? – Me ofreció.
-          Claro, es mi chocolatina preferida.
-          Junto con los Bounty, ¿Me equivoco?
-          Mmmmm…No.
-          Eres tan predecible – me dijo riéndose.
-          Pero… ¿Como…
-          Shhh, que empieza.

La peli fue increíble, fantástica, genial. Yo salí llorando como una magdalena y él diciendo que la peli, como yo, era muy predecible, que estaba claro que “Pollo” se iba a morir.
Después entramos en los camerinos de los protas, y he de decir, que Mario Casas es mil veces más guapo en persona (y eso que en la peli, ya esta tremendo). Nos hicimos fotos con ellos y nos firmaron autógrafos.

-          Ha sido increíble, Mario Casas está….!! – le dije nada más salir.
-          Me alegro de que te gustase…. – dijo riendo
-          ¿Bromeas? Ha sido…DIOS MIOOO!! – grité de repente.
-          Tanto…¿?
-          No no no, mira allí. – le dije señalando a una de las muchas parejas que salían del cine.
-          No me lo puedo creer, son Dani y Sofia.
-          Sí, que fuerteeeeeeeee! – dije yo, que no salía de  mi asombro.
-          Voy a llamarles, DAAANN…..

Rápidamente le tape la boca le cogi de la mano y huimos corriendo,hacia un parque lleno de césped.
Los dos llegamos fatigados de tanto correr  y nos tumbamos en el césped.
-          ¿Pero que ha sido eso? – me preguntó
-          Es que no era plan de arruinarles la cita… ¿no?, Ya nos lo contaran mañana.
-          También es verdad – dijo acercándose a mí y estrechándome entre sus brazos.

Los dos estábamos tumbados mirando las estrellas. Hacía una preciosa noche de verano.
Delante de nosotros paso un hombre mayor con un perro, refunfuñando, probablemente, en lo descarados que somos los adolescentes ahora. Que aprovechamos cualquier sitio para meternos mano. Los dos nos reímos, pero duro poco. Alex se giro, me miro a los ojos y con una expresión seria, me pregunto qué era lo que había hecho que yo derramase tantas lágrimas.
Yo hundí la cabeza en su pecho, que olía a él.  A esa colonia que siempre se echa y que me encanta.
Y empecé a contárselo.

-          Bueno, hoy había quedado con Guille, mi novio y no se presentó. Ni si quiera me llamó o me mando un sms. Tenía el móvil apagado. Lo peor ha sido darme cuenta de que no me ha importado nada que no viniese, darme cuenta que nuestra relación no es como antes. Y después, para colmo apareció ella, Gabriela, y me amenazó para que te dejara en paz. Yo no la hice caso y me abofeteo a lo que yo respondí con un puñetazo. Se marchó con el labio sangrando justo cuando tú llegaste.
Otra vez, las delatadoras lágrimas brotaron de mis ojos y cayeron por mis mejillas, el me alzó la cara y me limpió las lágrimas.

-          Silvia, quiero que me prometas algo.
-          ¿El qué? – le respondí más relajada.
-          Que jamás vas a volver a derramar una lágrima por alguien que no merece la pena, como yo. Todo esto es por mi culpa, lo de tu novio, que sientas que ya no es igual, por que yo soy tan gilipollas que tengo que meterme en medio. Y lo de Gabriela también es mi culpa, ella te está haciendo la vida imposible porque yo tuve que meterme en tu vida.

Él se separó de mí. Tenía una expresión que jamás había visto en nadie. Rabia, impotencia, dolor…
Yo me volví a acercar a él y me acurruqué en sus brazos.

-          Alex, nada de esto es culpa tuya. Tú no has hecho nada malo. Lo de Guille, es mi responsabilidad y la suya, nosotros tendríamos que hacer todo lo que estuviese en nuestra mano para hacer que nuestra relación siguiese a delante, y ninguno de los dos lo está haciendo. Y lo de Gabriela, ya se le pasará. Además no voy a renunciar a ti por una niñata. Alex, me gustas. Y me alegro muchísimo de que te metieras en mi vida.

Él me abrazó y dijo:

-          Te quiero.

Y así nos fundimos en un beso. Yo no lo sabía pero era la primera vez que Alex pronunciaba esas dos palabras a una chica. Estaba realmente enamorado y yo ignoraba hasta que punto estaba dispuesto a hacer por mí.

miércoles, 13 de abril de 2011

Parte 6. Espero que os gustee, GRACIAS^^)


De camino a clase, enfrascadas hablando sobre la película A TRES METROS SOBRE EL CIELO, y su guapísimo actor Mario Casas, nos encontramos con Ana.
Pregunté por Gabriela pero Ana nos dijo que no esta mañana no venía con ella.
Al llegar a clase la sorpresa fue grande cuando vi a Gabriela.
LLEVABA LA MISMA ROPA QUE YO.

-          ¿Pero tú de qué vas, niña?- le solté sin pensar.
-          De que vas tú, copiándome.- replicó.
-          Pero tendrás morro…

Por desgracia el profesor llegó y tuvimos que sentarnos. Al poco rato me llegó una notita de Sof, asi que le expliqué la visita de Gabriela del día anterior.

-          Que asquerosa- coincidieron Ana y Sof, al salir al recreo.
-          Pues sí…

Seguimos andando hasta el grupo de chicos.

-          Ey, Silvia, que te ha pasado con Gabriela.
-          Nada que la pobre no tiene otra cosa que hacer, y se dedica a copiarme.

Todos estallaron en carcajadas menos Alex que se acercó y me dijo que lo sentía mucho que aquello era por su culpa. Le dije que no se preocupara que había tratado con gente peor que Gabriela, los dos nos reímos y volvimos al grupo.

Los días pasaron y llegó el esperado sábado.
Decidí ponerme un vestido corto y suelto azul, con una cuñas altas.
4:56. Había quedado con él a las 5: 00. A si que salí  de mi casa y me senté en un banco del parque a esperarle.
5:10
5: 20
Decidí llamarle, pero me salto el buzon de voz.
5: 30
5: 45
Y de pronto apareció Gabriela. Me amenazó y me dijo que dejara a Alex en paz. Yo me reí y le conteste que quien era ella para darme ordenes a mí. Ella se acercó y  me dio una bofetada. De repente no pude controlarme y me vi lanzándome sobre ella y propinándole un puñetazo en todo el labio. Empezó a sangrar.
    
-          Lo siento mucho yo no quería… - cogi un kleenex y se lo pase por los labios.
-          No me toques- contestó poniéndose en pie y marchandose.

Las lágrimas empezaron a surgir de mis ojos. Yo no quería nada de esto. Yo no quería venir a esta estúpida ciudad, y engancharme del guaperas de turno. Yo no quería nada de esto. Yo quería mi antigua vida, con mis amigas, con Guille y con todo.

Justo en ese momento apareció Alex por la esquina. Al verme llorando corrió hacia mí.
Yo lo único que consegui hacer fue abrazarme a él y llorar.


-          Bueno, vale ya- me dijo después de quince minutos abrazándome – Mira como te has puesto la cara, así estas mucho más fea.
-          Imbécil – contesté con una sonrisa llorosa.
-          No enserio, ahora mismo pasamos por tu casa y te lavas la cara. Tengo una sorpresa.

Y sin darme tiempo a reaccionar, me cogió de la mano y tiró arrastras de mí hasta mi casa.

-          Venga, tienes 15 minutos para arreglarte, te espero aquí abajo.


Un poco más sonriente y animada subí a mi habitación y me lave la cara. Me cambie de ropa ya que el vestido había quedado lleno de sangre y lágrimas. Me puse mis vaqueros desgarrados y una camiseta bastante provocativa que se abrochaba al cuello. Me pinte la raya, un poco de rímel y sombra de ojos verde, a juego con los suyos. Un ultimo retoque de brillo en los labios y tres gotas de mi perfume. Lista. Había tardado 13 minutos. Perfecto.

-          Estás guapísima. – me dijo Alex al bajar, realmente estaba sorprendido.
-          Eso se lo diras a todas…
-          Vale me has pillado..
-          Tonto.
-          Ves, siempre estás insultándome. Venga sígueme.
-          ¿ A donde vamos?
-          Ya te lo he dicho, es una sorpresa- y me guiño un ojo.


Andamos durante…, por lo menos, veinte minutos. Yo no sabía por dónde íbamos, no conocía del todo este barrio. De pronto llegamos a lo que parecía un centro comercial.
Digo parecía porque estaba lleno de cámaras y coches de policía. Alex me guió y subimos unas escaleras rojas, que se asemejaban a la alfombra roja. Sí, me sentía una estrella.

-          Vamos, dímelo ya. ¿ A dónde me llevas?
-          Que pesada eres…ahora lo veras.
-          Me siento una estrella con tanta cámara y alfombras rojas…
-          No vas desencaminada – respondió entre risas.

sábado, 2 de abril de 2011

Sin límites. Parte 6 :)



-          Yo… siento interrumpiros, venía a pedirte un pintauñas – se disculpó.
-          No pasa nada solo somos amigos, además él ya se iba a su casa ¿no Alex?
-          Claro, hasta mañana Silvia.
-         
Entramos en mi casa, y le presté el pintauñas rosa clarito, con el cual yo llevaba pintadas las uñas. Mientras buscaba el pintauñas ella abrió el armario y hecho una ojeada a mi ropa..

-          ¿ Qué te vas a poner mañana? – me preguntó

Yo señalé unos pantalones extremadamente cortos, color verde clarito, que me había comprado en bershka hace una semana y mi camiseta preferida, blanca de tirantes con miles de caritas azules sonriendo. Le di el pintauñas y se marchó muy deprisa.

Hice los deberes y me conecté al tuenti. Una petición de amistad hizo que sonriera, era Alex


-          Feaaa! J - me saludo.
-          Es que nunca me vas a decir algo bonito? Jajajaja.
-          Ummm….no.
-          Imbécil…
-          Y tu nunca vas a cansarte de insultarme?
-          Ummm….no.
-          Jaajajajaja.

 Pasaron  minutos,  horas, y el timbre de casa sonó.   
Era Sof, subimos a mi cuarto y cerré el tuenti, sintiendo tener que despedirme de Alex.

-          Bueno esta noche te quedas a dormír aquí, ¿vale? - propuse
-          Encantada – respondió Sof.
-         
Aquella noche fue una noche de confesiones, risas y más risas.

-          Venga Sof, ya me has puesto al corriente de todas las relaciones amorosas del curso... ¿y tu qué?
-          A mí no me gusta nadie…
-          Venga Sof, … Es Dani ¿verdad?
-          ¿ Cómo lo sabes? ¿ Eres adivina?
-          Jajajaja. Solo hay que ver la carita de boba que se te pone cuando te habla...
-          Imbécil, ven aquí- dijo agarrándome y arrastrándome a su cama
-          ¿Sí? Has visto tu cara cuando miras a Alex..¿?
-          Idiota- le dije golpeándola con la almohada

Las dos nos tumbamos bocarriba sonriendo.

-          Hasta mañana Silvia.
-          Buenas noches petarda